Si acostumbras a viajar mucho en avión o en tren, te sonará el término “síndrome de la clase turista”, o quizás lo hayas sufrido. Este síndrome es un acompañante no deseado durante el viaje, especialmente en los que duran horas, y se estima que lo sufre 1 persona de cada 5000.
Por eso, si por gusto o por trabajo te pasas la semana a bordo de un tren o un avión, en este post te damos los mejores consejos para que tus viajes sean un disfrute y no se conviertan en una pesadilla.
¿Qué es el síndrome del turista?
El síndrome del turista, o síndrome de la clase turista, es un conjunto de síntomas que se sufren al estar en una misma postura durante un tiempo prolongado, algo común en los viajes largos en avión o en tren. Esa falta de movimiento dificulta la circulación sanguínea por las extremidades inferiores, lo que provoca que las piernas se hinchen, se noten pesadas o piquen.
¿Cuáles son los síntomas de este síndrome?
Los síntomas típicos del síndrome del turista, como hemos dicho justo antes, incluyen hinchazón en las piernas, sensación de pesadez, incomodidad o dolor en ellas.
Este tipo de molestia, en general, no reviste gravedad, pero en los casos más extremos es frecuente la aparición de coágulos sanguíneos. Sin embargo, detrás de esta complicación (que sí es potencialmente peligrosa) es normal que haya otros factores de riesgo.
Factores de riesgo asociados al síndrome de la clase turista
Cualquier persona puede sufrir el síndrome del turista, aunque existen ciertos factores que contribuyen a su aparición.
Varices
Las varices, que son venas dilatadas que se vuelven visibles bajo la piel, pueden aumentar el riesgo de sufrir el síndrome de la clase turista, debido a que ya existe una dificultad en la circulación sanguínea en las piernas. Haz clic aquí para saber cómo prevenir la aparición de las varices.
Edad avanzada
Con la edad y el envejecimiento natural del sistema cardiovascular, las enfermedades circulatorias son más comunes, por lo que las personas mayores son más propensas a sufrir el síndrome de la clase turista que las jóvenes.
Medicamentos y anticonceptivos
Algunos medicamentos y ciertos anticonceptivos pueden afectar a la circulación y aumentar el riesgo de sufrir este síndrome. En estos casos, es recomendable consultar a nuestro médico ante la previsión de un viaje de varias horas.
Antecedentes de trombosis
Quienes tienen antecedentes personales o familiares de trombosis deben tener especial cuidado, ya que tienen un riesgo mayor de desarrollar este síndrome.
Obesidad y embarazo
El sobrepeso ejerce una presión adicional sobre las venas de las piernas, dificultando así el retorno venoso y aumentando el riesgo de hinchazón y otros problemas circulatorios.
Lo mismo puede decirse de las mujeres embarazadas, quienes, sobre todo en el último trimestre de gestación, suelen sufrir piernas hinchadas debido al peso del bebé.
¿Cómo prevenir el síndrome de la clase turista?
Cuando el viaje que tenemos por delante es largo, podemos tomar una serie de precauciones o rutinas para reducir la posibilidad de sufrir el síndrome de la clase turista. De esta forma, el trayecto hasta llegar a nuestro destino será de lo más agradable.
Elección de asientos y movilidad
Los asientos en clase preferente tienen mayor precio, pero ofrecen más espacio para “estirar las piernas”. Sin embargo, si no es posible viajar en ellos y debemos hacerlo en turista, es recomendable elegir los asientos que dan al pasillo, así tendremos más libertad a la hora de levantarnos y dar un pequeño paseo por el tren o el avión.
Posición y ejercicios en el asiento
Otro consejo para evitar el síndrome del turista es no doblar demasiado las piernas, cruzarlas ni dejarlas colgando. Igualmente, podemos realizar ejercicios sencillos como contraer y relajar sus músculos.
Aprovechar las escalas
Si se trata de un viaje con escalas, en vez de quedarnos sentados en la terminal, dar un paseo por ella ayuda a activar la circulación por las piernas. Y, de paso, no estaría mal comprar algún recuerdo en el “duty-free”.
Usar ropa adecuada
Muchas veces, algo tan sencillo como usar ropa cómoda para el viaje puede alejar la posibilidad de sufrir el síndrome de la clase turista. Los pantalones, la ropa interior y el calzado muy ceñidos deberían ir en la maleta en vez de ponérnoslos para el viaje, ya que ejercen una presión añadida y no deseada en las piernas.
Uso de calcetines de compresión
En el punto de antes nos referimos a la presión “mala” que ejercen determinados tipos de prendas. Sin embargo, existen otras prendas que, precisamente, aplican una ligera presión beneficiosa para la circulación sanguínea.
Estas prendas son los calcetines compresivos, prendas que ejercen una presión gradual desde el tobillo hasta la zona que queda por debajo de la rodilla. De esta forma, hacen que la sangre fluya mejor por las piernas, reduciendo la posibilidad de sufrir el síndrome del turista.
Los calcetines compresivos de Calcetinos aplican una presión testada de 14-17 mmHg, por lo que son fáciles de usar y te aportan la máxima comodidad, justo lo que necesitas para tus viajes largos.
Nuestros calcetines no solo buscan aliviar los síntomas del síndrome de la clase turista, sino que también están pensados para personas que se pasan el día de pie o trabajan sentadas, quieren prevenir las varices, están embarazadas o, en general, presentan alguna condición o rutina que hace que se les hinchen las piernas.
Descubre nuestros calcetines de compresión para avión o tren, y no dejes que tus piernas te den el viaje.